Mars es un peludito muy cariñoso al que le gustan muchos los mimos y las caricias. Pese a su tamaño, todavía es un bebito al que le gusta observar, oler y conocer mundo.
Mars entró a finales de 2021 en la perrera, de donde lo sacamos en febrero. Allí vivía con mucho estrés, pues se trata de un perrito muy cariñoso y allí tenía muchas carencias. Prácticamente sólo podía salir de su jaula una vez al día, por lo que no está acostumbrado a pasear con correa, pero está aprendiendo con los voluntarios.
A Mars lo encontraron en la calle junto a Liam, Pinya y un cachorro. Fueron llevados en la perrera. No se conoce nada más de su pasado. Nadie preguntó por ellos. Lo que sí sabemos es que es un bebito encantador que nos tiene a todos enamorados.

Queridos Reyes Magos,
Me llamo Mars. Estas van a ser mis terceras navidades en el refugio y, aunque aquí me cuidan mucho y me quieren (¡y soy el prefe de alguna! ), sé que hay algo más que me queda por conocer: un hogar donde pueda ser parte de una familia, donde pueda sentir el calorcito de un abrazo, de unos mimitos, y escuchar que me quieren todos los días.
Nunca he sabido lo que es tener un hogar de verdad. Pasé mis días en una perrera y ahora en el refugio. No me quejo, porque aquí soy muuuy feliz y sé que, si me voy, las mamis me echarían mucho de menos. Pero mi mayor deseo es tener a alguien que me vea, que me elija, que me haga sentir que por fin encontré mi familia definitiva. Esa que me va a querer incondicionalmente solo a mí (aunque, si tengo algún hermanito, también estaré encantado de compartir los mimos). Una familia que me consienta, me cuide, trabaje conmigo y, sobre todo, que sea PARA SIEMPRE.
Pero no quiero pedir solo por mí. Tengo muchos compañeros aquí en el refugio, y ellos también esperan lo mismo: una oportunidad de ser queridos. Cada uno de ellos es increíble; solo necesitan que alguien los conozca, acepte su carácter, sus miedos, sus inseguridades, sus gustos y tamaños, y, sobre todo, que los quieran entender. Porque todos merecen ser parte de una familia que los haga sentir importantes.
Por eso, Reyes Magos, mi regalo quiero que sea una familia que me sepa ver como las mamis de Vedama me ven. Y que esa misma oportunidad les llegue también a todos los peluditos que viven en un refugio.
Con mucho cariño,
Marsito